Hoy en día, disponemos de variedades de Té y tiendas especializadas ¿pero sabemos preparar una buena taza de Té respetando todo su sabor? ¿Cuanto tiempo debe de hervir el agua? ¿Que tipo de tetera debemos de usar? ¿Se le puede poner leche? En La Tienda de Café y Té, contestamos a estás preguntas y algunas más. Somos expertos en esta deliciosa bebida llamada Té.
No elegir bien el agua y conocer la temperatura que debe tener
El agua es un elemento primordial para elaborar un buen Té, ten en cuenta que el 95/98% es agua, por tanto, es obvio que su calidad influirá en el resultado. Es importante que el agua no sea dura, con muchos carbonatos de calcio y magnesio, porque estos minerales pueden cambiarle el sabor.
Si ademas usamos la del grifo debemos procurar evitar el cloro. Otro punto importante es calentar el agua sin dejar que llegue a hervir (si hierve, debemos esperar un
poco a que se enfríe o añadir un poco de agua fresca para bajar la temperatura) tenemos que tener en cuenta que cada variedad de Té requiere una temperatura determinada.
Elegir teteras o infusionadores de materiales poco adecuados
Podemos infusionar el Té en teteras o en tazas, pero en ningún caso deben de ser materiales que desprendan aroma o partículas en el Té. Hay tazas o teteras de barro que pueden dejar cierto sabor a tierra porque son porosas. Las teteras esmaltadas son muy prácticas porque no son porosas y eso permite que no queden impregnadas de sabores.
Las ideales con las de porcelana o vidrio (está última porque puedes ver la intensidad del color y la forma de la hoja) Los infusionadores pequeños de tipo bolita, aprisionan la hoja del Té y le impiden que se abra en plenitud.
No pre-calentar la taza
Antes de infusionar un Té, debemos de preparar la taza o tetera donde lo vamos a tomar, es importante pre-canlentarla para evitar que baje la temperatura del agua que hemos preparado y así conseguiremos un mejor sabor y aroma.
Simplemente calentamos el agua, la introducimos, la dejamos hasta que el recipiente esté tibio y luego lo vaciamos.
No calcular el tiempo que cada Té necesita para infusionar
Una vez tenemos la taza o tetera preparada, echamos las hojas de Té y vertemos el agua que hemos calentado debemos de calcular el tiempo de infusión de cada Té, dependiendo de las hojas, si están rotas o enteras (más rotas, menos tiempo) y de la temperatura del agua (más temperatura, menos tiempo).
También la variedad del Té, los Tés con un nivel de oxidación más elevado (oolong y negro) necesitan más tiempo que los verdes. El Té verde japones necesita menos tiempo que el Té verde Chino. El Pu-erh permite un tiempo más largo de infusionar muy parecido a el Té negro.
No calcular la cantidad de Té y de agua
Para que la infusión nos salga perfecta hemos de tener en cuenta las proporciones de Té y agua que vamos a tomar, para una taza de 250 ml de agua, necesitamos sobre 2/3 gr dependiendo del Té. Lo ideal es preguntar a nuestro proveedor y nos sabrá recomendar sobre la variedad que elijas.
No fijarnos en el aspecto de la hoja a la hora de comprar el Té
Cuando compramos el Té en bolsitas no podemos apreciar el color, aroma y la integridad de la hoja, características muy importantes para obtener un buen Té. La bolsita de Té fue un invento norteamericano como algo rápido y práctico, nada asociado a la tradición ceremonial.
Es un error ponerle leche, azúcar o limón, si queremos apreciar el Té
Hay que disfrutar de todos los matices del Té, y el azúcar es un aditivo que los enmascara, además si la infusión está bien hecha no queda amarga. Los flavonoides del Té protegen contra las cardiopatías y curiosamente se descubrió que la leche corta el Té y hace que no lo digieras bien.
Si aún así os gusta añadir leche, deberéis saber que la leche debe estar templada y no al revés. Si sois de los que añadís limón, aclararéis su color, añadíreis notas cítricas al sabor, y sus antioxidantes serán absorbidos más fácilmente.
No guardar el Té correctamente
El Té se debe de guardar en un lugar alejado de la humedad, del sol, del calor y de otros alimentos que puedan contaminar su aroma y sabor. No dejarlo en la bolsa, lo ideal es en un bote o lata hermético, a ser posible opaco e guardar en un lugar fresco y seco, para evitar la humedad.